CERMI Andalucía cuenta con una Comisión de Mujer desde hace ya muchos años y hace apenas tres que llegaste a ella, ¿cuál fue el primer impulso que tomaste al asumir la responsabilidad de la comisión?

 

La comisión tenía muy claro sus objetivos, pero la persona que lo llevaba lo tenía complicado y cuando llegué nos planteamos darle un impulso y, con el apoyo tan importante de Ana Valdes, una mujer especialista en género que es muy buena y apoya mucho a la comisión, planteamos un calendario de reuniones, organizamos encuentros de mujeres con discapacidad, seminarios y demás. Cuando llega la pandemia tenemos que reconducirlo todo y mientras estuvimos confinados no realizamos muchas actividades porque desde Fundación CERMI Mujeres se estaban haciendo esos encuentros tan interesantes semanalmente, No estás sola, y nosotras desde aquí dábamos difusión y nos uníamos.

 

¿Habéis recuperado ya cierta normalidad en las actividades?

 

Después de la pandemia hemos seguido con nuestros seminarios, reuniones telemáticas, sobre todo con las mujeres del ámbito rural, pues para nosotras es muy importante tener en cuenta la dispersión, porque Andalucía es muy grande, muy compleja y diversa. Y luego tenemos en marcha la Escuela de Igualdad, que organiza seminarios y reuniones on line con diferentes sectores de la población sin discapacidad para explicar de manera cercana la discapacidad con perspectiva de género, con el objetivo de que las mujeres con discapacidad no sufran discriminación. Las escuelas están dando muy buenos resultados en universidades e institutos, sobre todo en la universidad, porque cuando hacemos la convocatoria, las plazas vuelan.

 

¿Te marcaste algún objetivo principal al llegar a esta comisión?

 

Una cuestión que era importantísimas para mí, y sigue siendo importante, es que las mujeres con discapacidad tomen las riendas, que participen, y en la comisión tenemos mujeres con discapacidad y mujeres que representan a mujeres con discapacidad; es verdad que es necesario que haya mujeres que representen, pero cuando le damos voz a una mujer en representación de otra, reforzamos esa idea de que esa mujer necesita que la den voz; es importante que haya voces de mujeres con discapacidad y ese es uno de mis objetivos, que ellas primero sientan que pueden y que las demás dejen que así sea, que hablen y se expresen, tengan o no formación, estén equivocadas o no, pero tienen que poner sobre la mesa sus reivindicaciones, tienen que tener esa libertad de poder expresarse y así ya se van a sentir empoderadas; es un compromiso clave en las mujeres con discapacidad hacia las otras mujeres con discapacidad, empoderarlas y hacerles sentir que pueden.

 

Aunque la lucha de la mujer con discapacidad es algo compartido con los hombres, el hecho de contar con una mujer en la presidencia de CERMI Andalucía aporta algo diferente, además de su valía, la visibilidad de la mujer con discapacidad, ¿no es así?

 

CERMI Andalucía históricamente ha tenido siempre presidentes, y que Marta Castillo esté ahora al frente para mí es clave, pero además es una mujer con discapacidad visible y eso es importante porque la mujer con discapacidad es infantilizada con mayor frecuencia de la que deseamos y una mujer con discapacidad que vaya pisando fuerte como lo hace Marta es impresionante, va abriendo mucho camino a las demás y también va diciéndole a los hombres que somos capaces, que estamos preparadas, que no nos infantilicen, porque los hombres tienden a proteger a las mujeres en general, ¡pues imagina a una mujer con discapacidad!, y eso no lo comparto, ni Marta tampoco; que ella esté al frente de CERMI Andalucía para mí es un enorme orgullo y nos ayudará a avanzar más. 

 

¿Qué tal relación mantiene esta comisión de Mujer con la Junta de Andalucía y qué apoyos recibe de la misma?

 

El apoyo económico es menor porque estamos en la situación que estamos, pero creo que es un problema en todos los campos, aunque hay que reivindicarlo, pero tenemos la suerte de tener buena relación con la consejera, Rocío Ruiz, y cada vez que llamamos a su puerta está a nuestro lado, viene a apoyarnos y nos acompaña siempre en los actos que proponemos. Luego internamente, en los despachos, pues ya nos peleamos con el plan de Igualdad, etc. 

 

Es verdad que están a nuestro lado, pero para nosotras es insuficiente, siempre queremos más, y hay tanto por hacer, porque las mujeres con discapacidad estamos un pasito más atrás de lo que avanzan el resto de mujeres y queremos ponernos a su altura y nos queda mucho por hacer en asociacionismo, en políticas, etc. Aunque en política, en Andalucía tenemos la suerte de haber tenido a Mercedes López, reivindicando el papel de la mujer con discapacidad en el Parlamento; primero estuvo como directora de Discapacidad y luego como diputada, y ella lo llevaba a gala, siempre decía, “soy una mujer con discapacidad”, y eso nos ha ayudado a dar visibilidad. En Andalucía tenemos suerte, tenemos mujeres con discapacidad fuertes, con los pies en el suelo, con la cabeza muy bien amueblada y con muchas ganas de abrir camino.

 

De hecho, en CERMI Andalucía las mujeres con discapacidad sois muy visibles y activas.

 

Sí, el anterior presidente, Antonio Hermoso, era muy poco presidencialista y dejaba mucho espacio a todas las mujeres, a mí como secretaria general, a Marta Castillo antes de ser presidenta... Siempre ha sido muy fácil trabajar con él porque ha dado paso y, como no puede ser de otra forma, ha puesto en valor la inteligencia de las mujeres al mismo nivel que la de los hombres, aunque da rabia decirlo, porque no tendría que ser así, pero no pasa tan a menudo como quisiéramos... Antonio Hermoso ha jugado un papel importante, creo que sin ni siquiera planteárselo, para que Marta tomara el relevo y se empoderase y lo ha trabajado con mucha humildad, delicadeza, sin que se note, pero al final ahí está Marta. 

 

Tenéis en marcha un nuevo proyecto ‘Enclave de Mujeres, la realidad del lado femenino de la discapacidad’. ¿Cuál es esa realidad en Andalucía?

 

Es similar a la que tienen las mujeres con discapacidad en España, que sería infinito plantearlo. Hemos creado este espacio, incluso un blog en el que cada entidad escribe un artículo, y expone sus necesidades, opiniones, las voces de las mujeres, para visibilizar y naturalizar, para que nos vean con naturalidad, con cercanía, sin ningún tabú, sin infantilizarnos, confiando a la hora de darnos empleo, o permitirnos ser mamás, como las demás mujeres, que no digan: “¡cómo te atreves a ser mamá si no ves, o si vas en silla de ruedas!, ¡qué va a pasar con tu bebé!” Esas dudas que todavía tiene la población... 

 

¿Cuál es el principal problema que afrontan actualmente las niñas y jóvenes con discapacidad en Andalucía?

 

Me preocupa mucho el tema del abandono escolar y me gustaría que se analizaran los estudios que hay y si no hay suficientes, que se hagan más, porque me da la sensación de que en ocasiones, cuando algunas niñas con discapacidad llegan a la adolescencia, las apartan de la escuela por posibles miedos de las familias a un embarazo o que no puedan asearse en el colegio cuando llega la regla... Me da un poco de miedo que el abandono escolar, sobre todo en el caso de la discapacidad intelectual, pueda ser mayor que el de los niños y, a la larga, tengan menos herramientas cognitivas para poder defenderse en la vida. ¿A qué me refiero con defenderse en la vida? Primero, a encontrar un empleo digno, pero también temo que esas herramientas cognitivas no les permitan diferenciar lo que es bueno o malo, o cuándo abusan de ti. Me preocupa muchísimo, porque se ha luchado por el tema de la esterilización y está ahí, pero eso es la punta del iceberg, ¡hay tanto detrás!

 

Dicen que ellas no van a llegar a ninguna parte con la formación y eso no lo comparto, pero independientemente de que no pudieran sacar una carrera universitaria, ellas tienen que estar en esos ambientes educativos, porque eso les da herramientas cognitivas para llevar una vida digna, como ellas quieran, estudiando o siendo amas de casa, pero con las herramientas que las permitan discernir, defenderse, buscar información de interés cuando la necesiten... 

 

La formación, la educación te prepara para enfrentarte a una sociedad en la que vas a tener que luchar toda la vida por incluirte, por encajar y eso me preocupa mucho... Entre los 10 y 12 años es un momento decisivo y las familias a veces las llevan también a casa como cuidadoras, o para protegerlas, y luego ¿qué? Hay que concienciar a la familia y al mundo educativo y decirles que ellas pueden, que hay fórmulas para darles herramientas.